En Colombia es posible despertar en un hotel en medio de la selva con vista al Caribe y al nevado al mismo tiempo, o quizá en uno flotante en Barú, o en una casa colonial convertida en hotel boutique en una ciudad Patrimonio de la Humanidad, o tal vez en una isla paradisiaca o incluso en una villa cafetera boutique. Cada destino guarda dentro de sí una experiencia única y placentera que se imprime en la mente para siempre.
Este es un país para buscar la comodidad y la unicidad oculta en medio de modernas ciudades, playas extendidas sobre dos océanos, selvas tropicales, desiertos y montañas cubiertas de café y exótica flora donde la banda sonora es el canto de la fauna.
Siente la calidez de los colombianos y experimenta con toda comodidad, el más exótico y menos conocido de los destinos: Colombia, un país inolvidable donde el placer está al alcance de los sentidos, un país donde el riesgo es que te quieras quedar.
EN EL AMAZONAS:
En Colombia se viven experiencias que pocos en su vida podrán contar. Viajar alAmazonas es dejarse encantar por mitos de chamanes y paisajes que sólo la selva más grande del mundo puede ofrecer.
El paladar despierta a fusionesgastronómicas nativas combinadas con comida peruana, colombiana y brasileña. Esta es la tierra de frutos únicos en el mundo que podrán disfrutarse en forma de jugos, salsas para sazonar tus comidas y exóticos cocteles.
Viajar al Amazonas es tener una experiencia cercana con delfines rosados, manatíes, gigantescas ceibas y monos aulladores que habitan en la Isla de Los Micos; combinada con una estadía en La Casa Flotante, un hotel navegante en el río Amazonas. También es posible hospedarse en copas de árboles, o en una reserva ecológica.
Algunos lugares para conocer son Puerto Nariño y su mirador; las reservas de Victoria Regia, una impresionante planta cuyas hojas flotantes pueden sostener a una persona; el Parque Nacional Natural Amacayacu con árboles superan los 50 metros o el Cahuinarí en la hoya de los ríos Cahuinarí y Bernardo, donde viven caimanes negros y charapas, las tortugas de agua dulce más grandes del mundo, hoy en vía de extinción.
EN BOGOTA
Cerca de allí, rodeado de saltimbanquis y cuenteros callejeros, es posible visitar la emblemática Plaza de Bolívar o subir en teleférico al cerro de Monserrate, desde donde la ciudad se muestra más bella e imponente y permite una vista del parque de los nevados, a kilómetros de la capital.
El norte de Bogotá es moderno y desarrollado. Sus grandes avenidas, parques y ciclorutas comparten el espacio con altos edificios, boutiques de marca, tiendas de arte, decoración y artesanías para todos los gustos. Cenar en un exclusivo restaurante de comida de autor, con menú internacional o típico colombiano, es un placer que vale la pena repetir.
A las afueras de Bogotá, el paisaje ofrece otras inolvidables experiencias. Hay haciendas majestuosas y pintorescos pueblitos como Tenjo, Tabio y Subachoque. Siguiendo el mismo camino llegarás hasta Zipaquirá, donde una monumental mina de sal sorprende con una imponente catedral en su interior. Más allá está Villa de Leyva, un pueblito de casas blancas y calles empedradas que ya ha sido escenario de varias películas.
Un plan inolvidable puede ser la experiencia de pasar unos días en una hacienda de Tabio. Observar de cerca la crianza de caballos de paso fino y aprender a tomar aguardiente para calmar los nervios antes de cabalgar, son un placer colombiano inolvidable.
MEDELLIN
En Medellín, la ciudad que impone las tendencias de la moda en Colombia, serás el huésped de honor. Sus calles están rodeadas por la más variada oferta de tiendas de exclusivos diseñadores y gente apasionada por su tierra, sus costumbres y el servicio a los demás.
La ciudad de la eterna primavera, es famosa por sus flores y por su constante renovación con plazas, arquitectura, museos y obras que la embellecen. En la agenda de viaje está conocer la Plaza Botero, llena de esculturas del artista Fernando Botero. También están el parque de los Pies Descalzos, el de La Luz, el cerro Nutibara y muchos sitios más, que se suman a su gran oferta gastronómica, comercial y turística.
Los eventos, congresos, ferias y seminarios se toman la ciudad con temas como textiles, confección, medicina, construcción, economía y educación, haciéndola punto de encuentro para el mundo y destacándola dentro de los mejores centros de eventos en su categoría.
SAN ANDRES
Desde las apacibles playas de arenas blancas, se descubren uno a uno los siete colores de su mar producto de sus inmensas barreras coralinas, de las más grandes del mundo. Viejos naufragios y extensos corales son hogar de millones de peces coloridos que invitan a bucear y disfrutar del vuelo de las manta rayas.
Este mar es escenario de deportes náuticos como el windsurf, kitesurf, vela ligera y de crucero, esquí náutico, buceo a pulmón libre, motos de mar, pesca submarina y de altura, y las excursiones a los cayos lejanos.
En San Andrés es posible hospedarse en uno de los hoteles boutique, caminar por el paseo peatonal, hacer compras en los almacenes con ventajas de puerto libre, deleitarse con la exótica gastronomía de la isla, en exclusivos restaurantes con platos como el rondón (variedad de pez) y la langosta, acompañadas por el fruto del pan.
El calypso, reggae y soca, hacen de la noche un estímulo para los sentidos. Los amantes del ecoturismo encuentran en Providencia, el escenario perfecto para la contemplación y el descanso. Puede cabalgarse en las playas, caminar por las montañas, internarse en el océano o ver el atardecer en el Puente de los Enamorados, que separa la vieja Providencia de la Isla de Santa Catalina.
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